A todos los "delicados" burgueses y aburguesados europeos que se quejan por el frío de este "gélido otoño”, consecuencia del cambio climático que su modo de vida ha contribuido a provocar:
Imaginad por un momento, aunque solo sea durante un minuto de esta noche de vuestra privilegiada vida, que en lugar de vivir en vuestro confortable piso con calefacción, moráis en uno de los numerosos CAMPOS DE CONCENTRACIÓN (de tortura física y/o psicológica) para refugiados y migrantes que se reparten por Europa (también España), Turquía, Libia..., patrocinados y “pagados” por la UE y donde los migrantes, además de ser maltratados de todas las formas posibles, padecen hambre, falta de medicinas y frío extremo viviendo en tiendas de campaña y/o a la intemperie. (Sólo en Lesbos hay 17.000). O aquellos que siguen zarpando en balsas, pateras, almadías, zataras y otros artefactos que acaban naufragando y hundiéndose en el Mediterráneo y en el Egeo, a veces ante la mirada de europeos que, mientras toman café calentito, les miran de cerca o de lejos y no les ayudan.
Todos esos migrantes tuvieron que huir de su lugar de origen, directa o indirectamente invadido, bombardeado y/o esquilmados sus recursos por Occidente (su clase política y quienes les votan y miran para otro lado), a quien sólo le importan los intereses económicos, políticos y estratégicos de la burguesía occidental.
Pues eso, podéis seguir quejándoos del “gélido otoño”. Después vendrá un "invierno insoportable". Pero con un techo y calefacción todo es más fácil, ¿verdad? Por cierto, ¡qué frío hace... en los corazones y en los cerebros de todos los ciudadanos europeos, burgueses y aburguesados, que se quejan por el frío que nos está regalando este otoño!
Imaginad por un momento, aunque solo sea durante un minuto de esta noche de vuestra privilegiada vida, que en lugar de vivir en vuestro confortable piso con calefacción, moráis en uno de los numerosos CAMPOS DE CONCENTRACIÓN (de tortura física y/o psicológica) para refugiados y migrantes que se reparten por Europa (también España), Turquía, Libia..., patrocinados y “pagados” por la UE y donde los migrantes, además de ser maltratados de todas las formas posibles, padecen hambre, falta de medicinas y frío extremo viviendo en tiendas de campaña y/o a la intemperie. (Sólo en Lesbos hay 17.000). O aquellos que siguen zarpando en balsas, pateras, almadías, zataras y otros artefactos que acaban naufragando y hundiéndose en el Mediterráneo y en el Egeo, a veces ante la mirada de europeos que, mientras toman café calentito, les miran de cerca o de lejos y no les ayudan.
Todos esos migrantes tuvieron que huir de su lugar de origen, directa o indirectamente invadido, bombardeado y/o esquilmados sus recursos por Occidente (su clase política y quienes les votan y miran para otro lado), a quien sólo le importan los intereses económicos, políticos y estratégicos de la burguesía occidental.
Pues eso, podéis seguir quejándoos del “gélido otoño”. Después vendrá un "invierno insoportable". Pero con un techo y calefacción todo es más fácil, ¿verdad? Por cierto, ¡qué frío hace... en los corazones y en los cerebros de todos los ciudadanos europeos, burgueses y aburguesados, que se quejan por el frío que nos está regalando este otoño!
Ropa de refugiados sirios en el campo de Ritsona,
a 86 kilómetros al norte de Atenas (Grecia),
el martes 10 de enero de 2017.
Fuente: El País
frío azota a los migrantes (noticia del 12 de enero de 2017)
"Siempre sentía demasiado frío por fuera
y demasiado vacío por dentro."
(Golda Meir, refiriéndose a sí misma)