decadencia global
El 6 de diciembre de 2011 fue martes. Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos y funcionario en la sombra del FMI, se encontraba de visita en el viejo continente para decirle a Europa qué tenía que hacer (y cómo) en el presente y en el futuro para salir de la crisis que los líderes del "mundo libre" habían creado y para que en adelante todo fuera "viento en popa para todos".Sarkozy y Merkel se besaban (también literalmente) porque habían salvado / iban a salvar el Euro y a Europa con sus reformas. Inglaterra discrepaba, como siempre. Convulsiones socio-políticas en la corrupta Rusia de Putin. En Italia, Monti decía que la alternativa al euro es la pobreza.
En España se celebraba el XXXIII aniversario de la ilegal y dictatorial Constitución Española, mientras Zapatero y Rajoy, entre cervecitas, estaban de acuerdo en que España tenía que lamer el culo al eje franco-alemán para lograr salir de la crisis.
En Argentina se celebraba el "Día Nacional del Gaucho". Brasil amnistiaba a los deforestadores del Amazonas. Pekín cancelaba cientos de vuelos debido a la niebla tóxica de la hiperpolución. ¡Viva el ajetreo del capitalismo recién adquirido!
En el resto del mundo, excepto Venezuela, Cuba y Korea del Norte, cada uno a lo suyo: los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Sus políticos y desgobernantes trataban de seguir igual y de no enfadar a quien manda, igual que siempre y para no variar.
Pero el 6 de diciembre de 2011 ocurrieron otras muchas cosas, la mayoría de ellas más importantes, pero sin voz e imágenes en la prensa, o casi.
Ese martes, una niña afgana de 12 años, su familia, amigos y vecinos iban al santuario Abul Fazel de Kabul, Afganistán, para conmemorar el Día de Ashura, el día más santo para los chiítas. Un suicida hizo estallar una bomba entre el gentío. Murieron más de 70 personas, 7 de ellas familiares de Tarana Akbari, la niña de 12 años que ensangrentada y aterrorizada gritaba con desesperación y después lloraba desconsoladamente entre los cadáveres aún calientes de sus familiares y vecinos.
El resto del mundo apenas supo de este suceso. Y quien lo supo, ya ni se acuerda. No tenía/tiene importacia.
El lunes 15 de abril de 2013, a las 14:50 (horario del este de EEUU), en la línea de meta de una maratón que se celebraba en Boston (EEUU), una célula terrorista hizo explotar dos artefactos caseros entre el público, ocasionando 3 muertos y 183 heridos.
De este último suceso sabemos todo. Y el que no, es porque vive en alguna cueva o no lee/ve la prensa. Bueno, en realidad sabemos todo lo que quienes gobiernan el mundo quieren que se sepa: nombres, edades y detalles sobre las vidas de los fallecidos, las víctimas y los supuestos terroristas, etc. Cada día, la prensa nos bombardea a todos con noticias al respecto, y eso que ya ha pasado un mes. Incluso hay un artículo en la Wikipedia sobre este suceso, en 50 idiomas (y contando).
Por supuesto que el suceso de la maratón de Boston es terrible y no debe olvidarse. Pero es que el de Kabul es, si cabe, más terrible, con todo lo que significa: causas, consecuencias, culpables, víctimas, realidad del mundo. Y tampoco debería olvidarse. Sobre todo tendría que pensarse e invitar a la reflexión cada día, en todas partes.
En fin, os dejo dos ilustraciones de la realidad comparada de este mundo decadente y sus víctimas de primera y de tercera. El contraste entre la soledad e indefensión de la niña frente a la rápida asistencia en la segunda foto, lo dice todo.
Tarana Akbari entre los cuerpos de sus familiares, en el atentado en Abul Fazel, Kabul, el 6 de diciembre de 2011. Fotografía de Massoud Hossaini para la Agencia France-Presse. Premiada con el Pulitzer. Texto anónimo.
Fuente: Facebook - Todo este Maldito Sistema está Mal
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"Concebir un pensamiento, un solo y único pensamiento, pero que hiciese pedazos el universo."
Fuente: Facebook - Todo este Maldito Sistema está Mal
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Víctimas del atentado de Boston atendidas minutos después de las explosiones, 15 de abril de 2013.
Fuente: secretsofthefeds.com - "Devastation: Photos From The Scene Of The Boston Marathon Explosion"
."Concebir un pensamiento, un solo y único pensamiento, pero que hiciese pedazos el universo."
(Emil Cioran, El aciago demiurgo, 1969)
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