La ONG Proactiva Open Arms ya ha salvado a más de 60.000 personas en sus distintas misiones en el Mediterráneo. Seres humanos que, de no ser por estos héroes, hubieran muerto. Y lo ha logrado a pesar de los gobiernos europeos, especialmente el español y el italiano, que no dejan de tratar de impedir a toda costa que los barcos de Open Arms zarpen para intentar salvar vidas.
Sumemos a esto los dos años y medio de "acuerdos de la vergüenza" con Turquía y los piratas de Libia (país sin gobierno real) para desviar o reenviar hacia estos países a los migrantes que o bien son captados en el Mediterráneo o bien ya se encuentran en campos de concentración europeos. Todo ello a cambio de suculentas inversiones (supuestamente para la construcción de más campos de concentración) en Turquía y Libia. Y esto ha ocurrido, está ocurriendo y va a continuar CONTRA LA VOLUNTAD DE LOS REFUGIADOS.
Sumemos a esto los dos años y medio de "acuerdos de la vergüenza" con Turquía y los piratas de Libia (país sin gobierno real) para desviar o reenviar hacia estos países a los migrantes que o bien son captados en el Mediterráneo o bien ya se encuentran en campos de concentración europeos. Todo ello a cambio de suculentas inversiones (supuestamente para la construcción de más campos de concentración) en Turquía y Libia. Y esto ha ocurrido, está ocurriendo y va a continuar CONTRA LA VOLUNTAD DE LOS REFUGIADOS.
Mientras, la mayor parte de los ciudadanos europeos miran impasibles, eligen y aplauden a estos políticos inhumanos e incluso secretamente desean que los migrantes se ahoguen en el mar o que no vengan, que mueran bajo las bombas, la violencia y la pobreza de sus países africanos y asiáticos, invadidos, saqueados y destruidos tantas veces por Occidente, sus bombas, sus estrategias, su codicia y su inhumanidad.
La mayor parte de los ciudadanos españoles (y europeos) y sus políticos tienen un grave problema: ya no saben cómo disimular su condición de genocidas, ya no saben hacia qué otro lugar mirar mientras miles de seres humanos mueren en el mar o en el gélido invierno de los campos de concentración de refugiados en Europa. A quienes sí nos implicamos solo nos queda la desesperación... y desear a los europeos la misma suerte que padecen los refugiados.
Algún día, la historia, el karma o el universo juzgarán y condenarán a los europeos como se merecen.
Un miembro de Proactiva Open Arms
saca de una barcaza a un niño inmigrante en el Mediterráneo
Foto: Olmo Calvo. Fuente: eldiario.es
"Occidente destruyó mi casa, mató a mi familia, mi infancia, mi vida. Pero yo estoy vivo y no van a destruirme. Me he ganado el derecho a vivir donde me plazca. Van a tener que matarme para impedirme ser libre donde yo quiera."
(Masoud, refugiado kurdo de 15 años)
"Occidente destruyó mi casa, mató a mi familia, mi infancia, mi vida. Pero yo estoy vivo y no van a destruirme. Me he ganado el derecho a vivir donde me plazca. Van a tener que matarme para impedirme ser libre donde yo quiera."
(Masoud, refugiado kurdo de 15 años)